Guiados por el Espiritu Santo

Recuerdo los años cuando comencé a conocer del Señor y lo difícil y hasta extraño que me resultaba orar, la misma palabra "orar" me parecía extraña porque yo "rezaba" y la verdad es que hay una gran diferencia, cuando rezaba solo repetía frases y palabras que no reflejaban mi verdadero sentir y necesidad, en realidad repetía una oración hecha por alguien que yo no conocía al "orar" las cosas eran diferentes tenia que usar mis propias palabras, expresar mi sentir y créame sentía vergüenza al hacerlo, nadie me había enseñado como orar, no sabia que palabras utilizar, pensaba que nunca podría hacerlo, sin embargo con el pasar del tiempo, entendí que orar es hablar con nuestro creador, es expresar nuestro sentir, nuestros anhelos y deseos, es la manera como nos acercamos mas a Dios y podemos recibir instrucciones, es el momento para pedir perdón por nuestros errores y el momento para alabar y reconocer el poder de nuestro Dios. 

La verdad es que orar se convirtió en mi necesidad y lo más curioso es que aún hay momentos en los que no sé que decir  pero ahora sé que tengo un ayudador, El Espíritu Santo, quien como dice la Biblia intercede por mi, “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles”. Romanos 8:26 
Conocer al Espíritu Santo que habita en nosotros desde el momento en que recibimos al Señor Jesucristo en nuestro Corazon, hará que vivamos una vida de acuerdo a la voluntad de Dios, porque como lo prometio Jesucristo “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Juan 14.26; 16.13).  El nos enseñará todas las cosas, El nos enseñará a diferenciar lo bueno de lo malo y para ello solo debemos dejarnos guiar, y para dejarnos guiar primero debemos alimentarnos diariamente de la Palabra de Dios, meditar en ella y memorizarla, pero déjeme decirle algo que he comprobado con el paso de los años y la lectura diaria de la Biblia; el memorizar la palabra de Dios no ha sido para mi algo rutinario e impuesto sino todo lo contrario, cada versículo que se ha grabado en mi mente me ha llenado de gozo y ha sido como la luz que se prende en la oscuridad y gracias al Espíritu Santo que me ayuda y me recuerda todo lo que Jesucristo nos enseño, puedo recordarlos fácilmente y justo en los momentos que mas los necesito.
“pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra.” Hechos 1:8  Muchas veces he sentido que este versículo se ha hecho realidad en mi vida, cuando en algún bus o tren de pronto entablo una conversación con alguien que no conozco y que probablemente nunca volveré a ver, pero que increíblemente me cuenta sus problemas y tengo la oportunidad de hablar de nuestro Señor Jesucristo, ahi siento que el Poder del Espíritu Santo actúa en mi y puedo recordar versículos que ayudarán a esa persona para que se acerque y conozca al verdadero Dios. Y guiada por el Espíritu entonces puedo hablarle a la gente en todas partes, créame que de mi propia iniciativa no podría hacerlo. Lo interesante es que esto no es un privilegio solo mío, usted también esta capacitado para ello, si aceptó a Jesucristo como su Señor y Salvador entonces recibió el Espíritu Santo para que sea guiado, y ayudado por El.
Sólo el Espíritu Santo nos despoja de nuestra naturaleza carnal, pecaminosa y nos da la experiencia de vivir como nuevas criaturas en Cristo. 
El amor, el gozo, la paz, la paciencia, la benignidad, la bondad, la fe, la mansedumbre y toda característica de santidad son fruto del Espíritu Santo cuando limpia y habita en nuestro corazón (Gálatas 5.22-23). Dejemosnos guiar por el Espiritu Santo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

Hasta el día en que muera!

“Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios ...